Entre 2008 y 2018 Colombia consiguió bajar con mucha dificultad su incidencia de pobreza monetaria de 42% a 27%. Hoy 13 millones de colombianos son pobres, lo que nos ubica dentro de América Latina en el puesto 7 de 18 países con mayor índice de pobreza.
Al salir de la pobreza, una gran parte de la población se convierte en lo que conocemos como clase vulnerable que cuenta hoy con 19 millones de colombianos. Las personas vulnerables, suelen tener empleos de baja calidad, comúnmente informales y su protección social es escasa, ya que al no ser considerados como pobres no cuentan con el acceso a los principales programas del estado como Familias en Acción o Adulto mayor.
Ante la crisis que estamos viviendo, las personas vulnerables se convierten en un punto clave para el país. Sus empleos informales no les permiten acceder a beneficios como subsidio al cesante de las cajas de compensación, sus bajos ingresos les ayudan a vivir, pero no les permiten generar ahorros para momentos como este y su condición de vulnerabilidad y no de pobreza los limita para acceder a los programas del Gobierno.
Indudablemente los esfuerzos del Gobierno Nacional por enfocar los recursos en atender a los más pobres son sobresalientes y se debe continuar con ellos, pero luego de casi dos meses de aislamiento es necesario comenzar a enfocar los esfuerzos en aquellas personas vulnerables que, si bien en un principio no corrían con un gran riesgo, hoy la pobreza es latente dentro de esa vulnerabilidad.
De acuerdo con la Cepal, América latina tendrá un aumento de 4.4 puntos en su tasa de pobreza para el 2020, lo que implica un aumento 28.7 millones de nuevos pobres. El país hoy está haciendo un gran esfuerzo para mitigar ese impacto con medidas como los giros extra de los programas sociales y la devolución del IVA, pero es indudable que necesitamos una transformación a una política social moderna que permita llegar de forma efectiva a quien realmente lo necesita de acuerdo con el momento que vive el país. El uso de Big Data, por ejemplo, permitirá en un futuro tener un enfoque diferenciado para el acceso a las diferentes políticas públicas; podremos ir más allá de estratos para brindar subsidios a la población. El Ingreso Solidario se ha convertido en un avance fundamental en esta nueva transformación, con la creación de un gran base de datos fue posible llegar a esos hogares pobres y vulnerables que hoy no hacen parte de los programas sociales.
Es imperativo seguir trabajando por una mejor focalización y eficiencia de los recursos, el desafío para Colombia es enorme sobre todo por ese camino lleno de dificultades que hemos recorrido para reducir la pobreza. Proteger a los más vulnerables es nuestro nuevo objetivo, la transformación de la política social es inminente.
