Fotografía: Alcaldía de Bogotá
Tomado de: Alcaldía de Bogotá
Con pitos, algarabía y una puesta en escena, un grupo de artistas educadores de la Secretaría Distrital de Ambiente, enseña a los usuarios de TransMilenio a disponer correctamente los residuos dentro del sistema.
El performance consiste en una historia de tres personajes donde uno de ellos es un pasajero que está esperando el bus para poder movilizarse mientras que otro de los personajes arroja residuos al suelo generando una situación de incomodidad. Comienzan a discutir sin necesidad de utilizar palabras, ya que la puesta en escena está desarrollada para ser entendible a partir de la gesticulación de los actores y también con el ruido que se genera. Finalmente, llega otro personaje quien representa a la Secretaría de Ambiente, dando una solución y cuestionando a los dos personajes, quienes tienen que hacerse responsables de la situación y cómo deben deshacerse de los elementos arrojados dentro del sistema.
La historia representa lo que pasa día a día en las estaciones o portales de TransMilenio; busca sensibilizar a los pasajeros sobre esta problemática, para que no arrojen empaques de bebidas o alimentos en los buses o en las estaciones. La iniciativa invita, por un lado, a que los usuarios del sistema depositen los residuos en las canecas que están dispuestas dentro de las estaciones o fuera de ellas, y por otro lado, recalca la prohibición de consumir alimentos en los buses o portales del sistema.
Esta campaña parte de un trabajo articulado entre la Secretaría de Ambiente y TransMilenio para reducir la contaminación por residuos y promover entre los usuarios del sistema un respeto por el medioambiente.
David Espitia Tibaquirá, antropólogo de la Secretaría de Ambiente, es el creador artístico de la puesta en escena y también participa en el performance. Propuso el proyecto pedagógico para generarlo en los espacios de TransMilenio después de haber hecho un análisis social de la problemática de los residuos en en el Sistema.
“Primero se desarrolló una propuesta de intervención compleja, pero después nos dimos cuenta que era necesario llagar a algo más artístico que permitiera llamar la atención y que pudiéramos ejecutarlo en Transmilenio dejando de lado los tecnicismos y que así se generara más atención frente a los personajes de la historia”, afirma David.
En la puesta en escena se usan técnicas de clown, es decir, una obra de teatro corta, donde se hace una representación de una escena de la vida cotidiana, dándole una respuesta lógica y tomándolo con un poco de humor. Toda la puesta en escena es en mímica y con ruido para poder llamar la atención. Los personajes usan pitos y hay un poco de algarabía.
“De esta manera se aprovecha la curiosidad de las personas, poder observar una de las actividades que ellos mismos generan en TransMilenio. El mensaje está dado para que lo entiendan desde los más pequeños hasta los más grandes”, explica David.
Para Adrián Hernández Burgos, educador de la Secretaría de Ambiente, y quien representa al personaje incomodo que bota los residuos al piso, “la presentación es dinámica y divertida lo que hace que quede muy claro que no se debe arrojar la basura al piso”.
Grupo de artistas educadores de la Secretaría de Ambiente:
Reacciones de los usuarios de Transmilenio
No faltan los comentarios malintencionados de algunos pasajeros, pero aún así la mayoría tiene una reacción muy buena frente a la representación.
Para Geraldine Sosa, usuaria del sistema, “este tipo de actividades ayudan a concientizar a la gente del problema que vivimos en TransMilenio, además de que nos enseña la importancia de poner de parte de todos para que en las estaciones no haya basura”.
Otro usuario de Transmilenio, Manuel García, opina que la puesta en escena nos pone a reflexionar sobre el papel que tenemos como pasajeros. “Muchas veces cuando vemos que alguien bota una lata o un tarro de agua en un bus de TransMilenio, uno se queda callado, pero con la representación uno se da cuenta que debe hablar, colaborar y enseñar de buena manera a la persona cuando se presentan situaciones parecidas”.
Por su parte, María del Pilar Contreras, dice que la presentación llama mucho la atención por el ruido que genera. “Estaba mirando mi celular mientras esperaba el bus y cuando escuché los pitos me causó curiosidad de lo que estaba pasando; es muy llamativo y capta la atención fácilmente”.
De acuerdo a cifras de TransMilenio, el sistema cuenta en total con 275 canecas propias, en donde los usuarios pueden desechar sus residuos. Además, hay que sumar las canecas externas, que no son de TransMilenio, pero que hacen parte del entorno de las estaciones.
Así que no hay excusas para no arrojar los residuos en las canecas de TransMilenio; algunas de ellas están ubicadas dentro de las estaciones y portales, mientras que otras se encuentran afuera. “Y si por alguna razón, no pudiste desechar los residuos, guárdalos en una bolsa o en tu morral mientras llegas a casa o encuentres una caneca donde descartarlos”, recomienda Adrián.
El grupo de la Secretaría de Ambiente trabaja entre 9:00 a.m. y 12 m., los lunes, miércoles y viernes en las estaciones de Marly, Aguas, Toberín y Universidades, y en los portales de Suba, de la 80, del 20 de Julio, del Sur y El Dorado, compartiendo actividades lúdicas y artísticas con los ciudadanos y ciudadanas.
